La Administración de Loterías Número 3, conocida cariñosamente como «Loterías La Mezquita», es un establecimiento que ha calado hondo en el corazón de A Pobra do Caramiñal, una localidad encantadora situada en la zona norte de la ría de Arousa, en la provincia de A Coruña.
Desde su apertura en abril de 1999, en la céntrica calle Díaz de Rábago, esta administración ha sido un punto de encuentro para los soñadores y buscadores de fortuna.
La historia de «Loterías La Mezquita» es una de dedicación y compromiso con la comunidad.
Desde sus inicios, el equipo detrás del mostrador ha trabajado incansablemente para brindar alegría y esperanza a sus clientes, esforzándose por ofrecer el máximo de premios. Y vaya si lo han conseguido: repartiendo alegría, destacando una quiniela de más de 75.000€ en 2008 pasando por una bonoloto en 2010 con un premio de más de 111.000€ y muchos más, consolidando su reputación como un lugar de suerte y prosperidad.
Las navidades del año 2023 marcaron un hito en su trayectoria cuando repartieron el anhelado ‘Gordo’ de Navidad, un evento que quedará grabado en la memoria colectiva del pueblo.
El número 88.008, que trajo consigo una lluvia de millones, fue vendido por esta administración, convirtiendo a varios de sus habitantes en nuevos millonarios. La fortuna sonrió ampliamente a A Pobra do Caramiñal, distribuyendo felicidad por todo el municipio.
Este premio no solo cambió la vida de los afortunados ganadores, sino que también reafirmó la reputación de «Loterías La Mezquita» como un lugar donde los sueños pueden hacerse realidad.
La noticia del gran premio se extendió rápidamente, atrayendo la atención de toda Galicia y más allá. La administración se convirtió en un símbolo de suerte y prosperidad, y su historia es un claro ejemplo de cómo la tradición y la modernidad se entrelazan en el tejido social de A Pobra do Caramiñal.
La comunidad celebra este logro, que refleja el espíritu de unidad y la buena fortuna que caracteriza a este encantador rincón de España.
«Loterías La Mezquita» sigue siendo un faro de fortuna para muchos. Con cada billete vendido, se renueva la ilusión y se alimenta la tradición de compartir y celebrar juntos los buenos momentos.
La historia de esta administración es un recordatorio vibrante de que, a veces, los sueños más grandes se encuentran en los lugares más pequeños.